Seguimos hablando de los
monumentos de la capital, ahora es el turno del Arco de San Lorenzo.
Aquí os contamos todo lo relacionado con este, y para que se le ha
dado uso durante toda su historia.
El
Arco de San Lorenzo
El Arco de San Lorenzo
en Jaén, es parte de la
extinta Iglesia de San Lorenzo, surgida entre los siglos XIII y XIV.
Esta situado en la confluencia de las calles Almendros Aguilar y
Madre de Dios.
Se dice que aquí se veló
el cadáver de Fernando IV el Emplazado, muerto trágicamente en Jaén
el 7 de septiembre de 1312. Por este motivo se realizó a lo largo
de los siglos un responso en el Arco durante los entierros de los
obispos de la ciudad. La pequeña capilla sirvió de titular del
cercano Hospital de la Madre de Dios, fundado en una casa aledaña en
1491 por don Luis de Torres, hijo del Condestable Iranzo. Fue también
capilla del primer Seminario Conciliar de Jaén, fundado en 1620.
Su interior atesora azulejos y artesonados moriscos, así como una pequeña capilla. La capilla está cubierta de bóveda de ladrillo, en cuyo centro hay un colgante de yesería del que engancha una lámpara votiva. Toda la pared de la capilla está cubierta por un zócalo de alicatado mudéjar de gran valor artístico.
Parte interior del arco, por cortesía de Vicente Oya |
La iglesia era de una
sola nave y se situaba en lo que hoy son los números 2 y 4 de la
calle San Lorenzo. Destacaba por sus tesoros artísticos, entre ellos
un retablo de Ánimas, una tabla de Santo Domingo y San Bartolomé de
la Cuesta y el legendario lienzo del Cristo de las Injurias, todos
ellos depositados actualmente en la cercana iglesia de La Merced.
Parte lateral del Arco, cortesía de Vicente Oya. |
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