martes, 23 de abril de 2013

Monumento de Alcalá La Real.

El Castillo De La Mota

La Mota fue el centro de la Alcalá musulmana que, al igual que hoy en día, presentaba dos zonas importantes la iglesia, antes mezquita, y la fortaleza. La fortaleza era el centro de varios anillos amurallados: el exterior rodeaba el arrabal viejo, el intermedio rodeaba la ciudad, y el interior coronaba tajos y peñas para reforzar su capacidad defensiva. La última defensa contaba con tres torres (del Homenaje, de la Campana y Torre Mocha) que delimitaban el patio de armas de la Alcazaba. El recinto fortificado tenía siete puertas, de las que sólo quedan tres. La Puerta de las Lanzas fue remodelada en tiempos del renacimiento. La Puerta de la Imagen, entre la fortaleza y el arrabal, conserva su estructura islámica, con dos arcos de herradura y una bóveda apuntada, y su nombre procede de la imagen que albergaba en el siglo XVI. La Puerta de la Cárcel fue dañada por la explosión de un polvorín durante la dominación francesa. La Mota fue declarada Monumento Nacional en 1931.
por cortesía de:  http://www.tuhistoria.org



La fortaleza de la Mota se esta situada en la cumbre del Cerro de la Mota, de 1033 metros de altitud, dominando en altura el actual poblamiento de la localidad de Alcalá la Real, en la comarca de Sierra Sur de la provincia de Jaén.


Por cortesía de: http://www.tuhistoria.org
Uno de los motivos que figuran en el escudo de Alcalá la Real, la llave, es una clara referencia al papel que la fabulosa elevación de La Mota ha dejado a Alcalá la Real. El valor estratégico de ser puerta entre el valle del Guadalquivir y la vega granadina ha sido aprovechado desde tiempos remotos. Las primeras huellas de la presencia humana datan del Neolítico, en el III milenio a.C.. De la época romana hay también restos como los hallados en La Tejuela, de donde destaca sobremanera una estatua de Hércules, expuesta en el Museo Arqueológico Nacional.

Durante la época islámica las ventajas de este enclave fueron aprovechadas al máximo, convirtiéndose Alcalá en una importante ciudad fortificada de Al Andalus. En el siglo VII la ciudad fue fortificada, y en el siglo XI alcanzó su máximo esplendor bajo el mando de la familia Banu Said. Varias veces cambió de nombre, según el grupo étnico que la gobernaba, pero siempre estaba precedido por la voz árabe Qal'at, que designa a una población fortificada. Los dos primeros nombres con los que aparece citada en las fuentes son Qal`at Astalir y Qal`at Yahsub, y el último Qal`at Banu Said, clan impulsor de la cultura alcalaína y del que destacaron varios miembros en la literatura y la política. Además de esta fortaleza, la estructura defensiva se completaba con un gran número de atalayas, de las que se conservan unas quince.

Desde su primera ocupación por Alfonso VIII en 1213, las luchas entre granadinos y castellanos se sucedieron por el dominio de esta plaza. Fernando III y por Alfonso X la conquistaron, pero en ambas ocasiones volvió a ser perdida. La toma definitiva en el año 1340 por Alfonso XI, dejó a éste en puertas del Reino de Granada, y siglo y medio después los Reyes Católicos partieron de aquí para la conquista de la capital nazarí. El castillo de la fortaleza fue reconstruido en el siglo XVI.

Por todo ello no es de extrañar que el lugar se convirtiera en un importante baluarte cristiano, tanto que tras la conquista se fundó una Abadía de Patronato Real. La ciudad gozaba de estatuto especial, y sus vecinos contaban con cartas y fueros con privilegios y exenciones de tributos. El deseo expreso del monarca hizo que la por entonces Alcalá de Benzayde cambiase de nombre por última vez y se llamara Alcalá la Real.


A la fortaleza se accede por una monumental puerta en herradura situada entre dos torres unidas por un arco ojival, conserva en su recinto amurallado una gran torre del homenaje en su lado norte, y otras dos de menor importancia. En su interior, los famosos artífices Velasco y Aranda levantaron una magnifica iglesia, hoy arruinada en parte. De las siete puertas que tuvo la ciudad sólo se conservan la de las Lanzas, Imagen y la del Peso de la Harina, que limitan con la muralla del Arrabal de Santo Domingo, en el que se hallan los restos de la iglesia del mismo nombre, de estilo gótico y fundamentalmente renacentista, construida sobre una antigua mezquita.

A la alcazaba musulmana pertenecen los vestigios de la época medieval más importantes del recinto, constituido por un conjunto de tres torres (torre de la Campana, torre Mocha y torre del homenaje) en torno al Patio de Armas. En la torre del homenaje destaca la bóveda octogonal de sillería sobre trompas, que alberga un museo con el patrimonio arqueológico local.

En la actualidad, la fortaleza de la Mota constituye un importante conjunto arqueológico, cuyas excavaciones han dejado al descubierto la doble funcionalidad de este enclave, la estratégico-militar y la religiosa-funeraria. De la primera dan testimonio dos aljibes y restos de una importante muralla romana construida a soga y tizón. La función religioso-funeraria está presente en los diferenets sistemas de enterramiento de las civilizaciones que habitaron este solar. Desde los excavados en la roca, probablemente visigodos en su origen y posteriormente reutilizados por los musulmanes, hasta los últimos de la época cristiana, realizados ya en criptas.


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